Fuente: http://www.oei.es/salacts
Como se ha indicado,
la definición de tecnología resulta especialmente difícil al ser indisociable
de la propia definición del ser humano. Sin embargo conviene tener en cuenta
cual es la idea más usual y tradicional
sobre ella. El diccionario define tecnología como el conjunto de
conocimientos propios de un oficio mecánico o arte industrial, o también como
el conjunto de instrumentos y procedimientos industriales de un determinado
sector o producto. Ambas definiciones coinciden en que el ámbito definitorio de
la tecnología esta en la producción, especialmente en la producción industrial.
Por tanto, la tecnología podría ser por tanto considerada como el conjunto de procedimientos que
permiten la aplicación a la producción industrial de los conocimientos propios
de las ciencias naturales.
Cuando hablamos de
tecnología dos temas son recurrentes: uno: su dependencia con el conocimiento
y dos, el carácter material de sus
productos. Estos dos elementos son ideas
usualmente aceptadas, pero no por ello necesariamente ciertas.
La supuesta
dependencia de la tecnología con el conocimiento, presenta a la tecnología como
algo posterior a la ciencias, es decir como la consecuencia practica para
mejorara las condiciones de la vida humana. Según esta idea, la ciencia
realizaría sus investigaciones con el único objetivo de desentrañar las leyes
que gobiernan el funcionamiento de la realidad, mientras que la tecnología se
encargaría de aplicar esos conocimientos
el diseño de artefactos orientados al bienestar humano. Esta
consideración tradicional de la
tecnología entendida esta como ciencia aplicada a al producción parte de la idea de que existe una
escisión completa entre la investigación teórica y la aplicación practica, lo
cual es muy discutible. Este planteamiento convencional suele considerar,
además, que los conocimientos científicos son siempre ajenos a la
responsabilidad sobre las diversas aplicaciones tecnológicas que de {el se
derivan. Argumento insostenible en las circunstancias contemporáneas; pues
tanto los científicos como los
tecnólogos, en primer momento, los gobiernos y la ciudadanía en general son responsables del impacto positivo o
negativo de sus aportaciones.
En contraste con esa concepción tradicional sobre la tecnología existe una
nueva postura ante esta acción humana, que parte de la comprensión entre las
relaciones indisolubles entre ciencia y
tecnología; la cual piensa que en ambas
acciones humanas los componentes científicos-teóricos y tecnológicos-prácticos
resultan casi siempre indisociables. Por tanto, es apropiado construir un concepto contemporáneo de tecnología como un
complejo tecnocientifico, en el que los componentes teóricos y prácticos están
íntimamente relacionados.
En este sentido, para
la concepción contemporánea de la tecnología, ésta actividad no se reduce a la
producción de artefactos materiales. Pues además de tecnologías materiales,
existen tecnologías sociales. Dado que no sólo se construye técnicamente la
realidad material, sino que la propia organización social puede ser considerada
ella misma como técnicamente construida, es decir, como un artefacto. El mundo
que nos rodea es producto de la técnica no sólo en el sentido físico, sino
también en el sentido social, pues las
propias relaciones sociales pueden ser consideradas como construcciones
tecnológicas es decir, como artefactos.
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